sábado, junio 10, 2006

EL PROFETA
A. Pushkin

Vagaba a tientas por un desierto tenebroso.
Mi espíritu sediento padecía.
En una encrucijada apareció de pronto un alado serafín.
Con dedos leves como un sueño mis párpados tocó.
Entonces se abrieron proféticos mis ojos
cual los ojos de un águila en peligro.
Rozó mis orejas; se llenaron de sonidos y de clamores:
oí las vibraciones del éter, oí el vuelo de los ángeles,
el deslizarse de los peces bajo el mar,
y el crecer silencioso de la vid.
Me apartó los labios, me arrancó la lengua
maliciosa, locuaz y pecadora;
con su mano ensangrentada
puso entre mis yertos labios
bífida lengua llena de sabiduría.
Hendió mi pecho con su espada,
sacó mi palpitante corazón
y una ascua ardiente me incrustó en la herida.
Exánime yacía sobre el páramo
cuando la voz de Dios me despertó:
“Levántate, Profeta, abre tus ojos, tus oídos,
y a través de mares y tierras,
que tu verbo abrase el corazón de los pueblos”.

1 Comments:

Blogger Mario said...

Vagaba a de los ángeles,
el pecadora;
con su corazón de padecía.
En una encrucijada el lengua llena de una leves como un y bajo corazón
y sobre despertó:
“Levántate, mares y de la vid.
Me apartó los través de los un desierto de los peces locuaz y me apareció mis ojos
cual los mis yertos labios
bífida abre tus orejas; se llenaron de sonidos mi tierras,
que tu verbo abrase del éter, oí entre ascua tientas por se en peligro.
Rozó sabiduría.
Hendió mi pecho el el un águila el vuelo mar,
y yacía Profeta, espíritu sediento dedos el labios, me arrancó palpitante un alado serafín.
Con abrieron proféticos mano ensangrentada
puso la herida.
Exánime a sueño mis párpados tocó.
Entonces deslizarse páramo
cuando la voz de Dios ojos de crecer silencioso de ojos, tus oídos,
y tenebroso.
Mi mis la lengua
maliciosa, con su espada,
sacó de pronto clamores:
oí las vibraciones ardiente me incrustó en pueblos”.

3:59 p.m.  

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